Esta preciosa casa que hoy compartimos es singular por muchos motivos: no sólo porque parece una mansión de la campiña inglesa más que una casa en pleno Brooklyn (New York), sino porque de repente aparece un ponny en la cocina, o el baño es al mismo tiempo biblioteca y sala de lectura, o viceversa...!
Curiosidades a parte , la casa destila buen gusto en todos sus elementos decorativos, al margen de su impecable factura arquitectónica: habitaciones amplias, suelos básicamente de madera, techos altos y enormes ventanas que dejan pasar la luz y el verde de los jardines.
Ya en el interior la decoración se mantiene en un difícil equilibrio: tiene elementos clásicos pero resulta moderna y fresca, algunos muebles de diseño se mezclan perfectamente con otros sencillos y funcionales, y es a mi juicio, elegante y hasta sofisticada pero nada pretenciosa, juvenil, acogedora y muy, muy personal...!
A mi no puede gustarme más...!
Que la disfrutes tanto como yo...!
Fotos: Vogue